martes, febrero 12, 2008

ELEGIA MAYOR

A mi perro, que fue vilmente
asesinado en Marruecos el nefasto
día 25 de julio del año 1949.

<<... y tu perro habrá sido ejecuta-
do esta mañana, en plena flor de su juventud...>>
(José Avilés Campoy.)



I
Hubiera querido mil veces
escuchar el grito de todos mis deudos
tristemente trágico, entre los cipreses
que pueblan el grave pensil de mis fuedos...

Que se abrieran grietas
en las sepulturas de los camposantos,
y las criptas repletas
de faunos cadáveres y espectros poetas
abortaran gritos de un fúnebre canto...

... para que a sus voces ultrasepulcrales
llenas de estridencias y desarmonías,
mi pulso trazase todas las poesías
sin ritmo ni metro de tus funerales.

Yo creo que muy pronto me voy a morir
de melancolía, de pena y de tedio.
Con mi sangre artista quisiera escribir
un treno elegíaco, un triste epicedio
de versos sin música, sobre la balumba
de tierra que forme tu ignorada tumba...

Pero, al fin, ¿qué hiciste? ¡Despreciar la enjuta
carátula lívida llena de impudicias
que muestra la vida...esa prostituta
morba que repugna ya con sus caricias!

II

Que la negra Parca
lleve a los infiernos su mejor trofeo.
Por el Aqueronte va tu veloz barca...
Mi barquilla lenta, por el rio Leteo.

Yo creo que el Infierno te abrirá sus puertas
para que otras dichas superiores goces.
¡Ojalá que yo las encuentre abiertas
cuando al caos le grite mis postreras voces!

Mis últimas voces... mi postrer gemido...
Sigo, compañero, sobre mi barquilla,
sin más sinfonía que la de la quilla
partiendo las aguas de rio del Olvido.

III
El viejo barquero
de camisa verde y calzón escarlata,
ya te habrá mostrado su bolsa de cuero...

¡¡No tienen tus labios monedas de plata!!

Si eres partenógeno de una madre artista,
¡págale con versos! Los hijos del Arte
no pagan sus deudas en ninguna parte
donde el Arte exista.

Y cuando el Infierno a tu hastiada alma
muestre las delicias que en su seno encierra,
¡acuérdate, hermano, de los que sin calma
quedamos poblando la faz de la tierra!