domingo, mayo 29, 2011

La Magia

Sobre tu celeste luminoso y bello
existe una magia y un encantamiento.
A veces quisiera sacar de un destello
de tus ojos vivos todo un pensamiento.


...De tus ojos vivos en la noche muerta ...
Todo el pensamiento que el amor constela
en el cielo inmenso de la fantasía.


Argos en mi alma, centinela alerta
del etéreo mudo que en tu alma riela,
del etéreo mudo y de la armonía...
Argos en mi alma... como centinela
sereno que todo lo inmerso vigila
melodiano toda la estelar poesía
que tras tu mirada vierte tu pupila.

Vaga por tus ojos una melodía
que armoníza al mundo de mi astrología.

viernes, mayo 06, 2011

Poema triste

Quisiera escribirte un poema
con notas y acordes de un viejo violín,
que dijera triste, muy triste, la estrofa
de un alma truncada en la vida sin ti.

Quisiera escribirte un poema
devanando risas, y que al sonreír
con amargo rictus, la madeja loca
quebrara su hilo sin llegar al fin.

La vida es tediosa, muy triste,
cuando en mi consciencia miro para mí.
He dicho mil veces en mi cegamiento
que puede que un día llegue a ser feliz:
es la pirotecnia de mis utopías
que alelan a veces mi alma infantil.

Yo siento mi vida romperse
bajo todo el peso que en verso escribí,
y triste, muy triste, que el cielo
nuble a mis estrellas sin tenerte a ti.

Siento cómo lloran las musas divinas
tras de los rosales mustios del jardín
en la noche amarga, sin lunas ni estrellas,
en los brazos laxos de mi noche gris.

Parece que lloran mi postrer poema
al compás absurdo del viejo violín
viendo un alma truncada en la vida sin ti.

Todos los fanales apagan sus luces,
el casco preludia rítmico crujir,
y las velas hacen el blanco sudario
que cubra en los mares a mi bergantín.

Y, como apagadas, se oyen las voces
del vigia subido en el alto mastil,
declamando, ahogado, los últimos versos
de un alma truncada en la vida sin ti.

Paisaje Animico

Casi con espanto
dirige la noche
sus oscuras manos
hacia el infinito.

Vigilan los astros
desde los alcores
el celeste encanto.

Y un silencio dulce,
dulcemente vago,
pronuncian muy quedos
invisibles labios.

Hay sólo un instante
de sabor poemático.

El éter se abre
semejando labios
de forma incorrecta.
Parece un presagio.

¿Qué pasa? -preguntan.
Respondo:
Que amo, que amo.....
En un punto fijo
del cielo estrellado,
un cometa mira
lo que ocurre abajo

Me ve poderoso,
rico, acaudalado,
con brillantes rubios,
en mí concentrado,
lautamente vivo
y necesitado.

¿Qué siento?

Pronuncian
silenciosos pasos
seres invisibles,
tenues y fantásticos.

Vibra el infinito.
Se ondula el espacio.
Las pupilas sacan
de su fondo un llanto
sinecioso y lento,
brillante, ignorado.

¿Qué pasa? -preguntan.
Respondo:
Que amo, que amo....
Silenciosamente....
como algo fantástico.
El cuerpo dormido;
el pecho sonámbulo;
el alma sumida
siempre en su letargo.

(Y sigue la rueda
celeste entretanto.
La noche, en silencio,
se sube en el carro.
Le sigue un cortejo
de luceros blancos
sobre sus brillantes
y azules caballos,
musitando himnos,
susurrando cantos,
vagas sonatinas
de sabores vagos...)

Yo soy un eterno
viandante noctámbulo,
un ingenuo artista
de los mundos raros,
hijo del silencio,
nieto del espacio,
dueño de los soles,
de la noche esclavo...