martes, junio 28, 2011

Canto Enorme

Estoy encinto
de dolor poético.

Yo quiero escribir unos cantos
que lleven las notas del dolor que siento.

Parir y escribir.
Sacarme de dentro
toda la armonía
de mi pensamiento.

Estoy encinto.
Yo quiero
parir sensaciones
con dolor poético.
Yo quiero escribir unos cantos
con fuerza viril y dolor materno.

Yo siento mi espíritu físico
romper nebulosas, reventar luceros.
.................................................................


Ni pños,
ni lienzos.

Coágulos de sangre.
Martilos rmpiendo
la azul armonía.
Impetus concretos.
El alma amorosa.
Los brazos abiertos.


Se estrella en la tierra,
desgarrdo, un cuerpo.

Ni paños,
ni lienzos.

Coágulos de sangre
sólida en el suelo.

Una lejanía
produce un ruidillo incorrecto,
y aborta la entraña
lirismos azules pintados en negro.

La fuerza viril.
El dolor materno.

Roza con el aire
el brote más nuevo.

Ni más mimos
ni más besos.

Ni más paños,
ni más lienzos.

Coágulos de sangre.
Soledad pariendo.

Entrañas deshechas.
Mi dolor, en medio.
....................................


La mirada del valle
no se pierde en las pestañas del recuerdo.

Seducido por mí mismo,
virilmente estoy pariendo
una amargura inconcreta.
Y estoy vomitando versos.

Tragica sombra

(sin sangre)

I

Sábanas de lienzo
planchan dos comadres.

Sábanas de lienzo
casi inarrugables.

Heno en la blancura
pálida y exagüe.

Potros que devoran
con gula el forraje.

Noche que concreta
sus oscuridades
y esparce en los tálamos
perfumes nupciales.

II

Sábanas de lienzo
planchan dos comadres,
allanando abruptos
y sinuosidades.

Sábanas de lienzo
casi inarrugables....

Y cuando volvieron
mis cuatro puñales
a rasgar espacios
y batir los aires,
ni sonaron gritos,
ni sonaron ayes,
ni se abrieron labios,
ni se abrieron carnes,
ni aspiré el perfume
rojo de la sangre.

Ay, trágica noche
que pasaba en balde.

Fantasmas

Fantasmas en la noche me atormentan. Entran en mi cama como cantos de sirena que me acercan hacia los arrecifes. Lucho y lucho pero sus gritos me ahogan. Es tan dulce el dolor del canto ...


Fantasmas, fantasmas ....

domingo, junio 26, 2011

Tragica sombra

(con sangre)

I

Cuatro gritos suenan
como cuatro ayes.

Tragedia en el alma.
Forzudos gigantes
silenciosamente
luchan contra nadie.

Libres de la vaina,
mis cuatro puñales
abren ocho labios
en la faz del aire.

Cuatro gritos suenan.
Ocho labios abren
sus rojas entrañas
mojadas en sangre.

Cuatro gritos suenan
como cuatro ayes.

II

Tras de los barrotes
nacen nuevas cárceles
Y entre los pasillos
se mueren de hambre
carceleros jóvenes
hijos de titanes.


III

Los brazos armados
bajan al instante.

Los gritos agudos
corren por las calles.

Mientras los cuchillos
mojados en sangre,
como vagas sombras
huyen de la tarde.

Ay, trágica noche
que me espera en balde.

sábado, junio 25, 2011

Violación

I

El alma vibrando

El alma vibrando.
Y el espacio abierto
rasgaba vestidos
a fuerza de besos.

II

Nervios de tragedia.

Cuchillos enhiestos
cortaban las tiras
de sutiles velos.

Y entre la blancura
nítida del cuerpo,
saltaban a brincos
capullos abiertos.

Que vibraban, locos,
al compás los senos.

Cuerpos preparados.
Tragedia en el nervio.
Capullo que esparce
su perfume inmenso.

III

El músculo, opaco,
se contrae un momento

Yeguas desbocadas
sobre cuatro versos.

IV

El músculo, elástico,
muere en el silencio
musical y trágico
de inmóviles cuerpos.

Hola enrojecida.
del capullo abierto.


viernes, junio 24, 2011

Anamorfismo

I

El beso al espacio.
El espacio, absorto.
Vibra con violencia
unlabio en el otro.

Vagamente cruza
el espacio amorfo
la fibra sensible
de un arco sonoro.

Cesa el infinito.
El violín, al hombro.
El alma tropieza
y, al caer, un tono.

Vibrar de pestañas.
Al vibrar, un ojo.
Produce el espacio
caderas y hombros:
greografía y arte
se funden a un soplo.

El alma, concreta,
vela bajo el foco.

II

Muere la distancia.
Un extremo a otro
se junta en el centro
del llano espacioso.

Chillaban al aire
látigos sonoros.
Chillaban al aire...
Y, heridos, los potros
piafaban versos
vibrantes y locos.

Rueda el infinito.
El nervio, en el dorso.

Cuatrocientos trotes
se inician de pronto
dejando el espacio
cada vez más corto.
Y el espacio junta,
vibrando, los codos.

Ciegos, sin la fosa,
quedan los cuatro ojos.

Desnudez

I

Sobre el pentagrama
está agonizando, sin música, el verso
Sobre el pentagrama,
pautas en barbecho.
Enhebran latines
trágicos silencios.
Ni siquiera estalla
suavemente el beso.

Musica marchita.

Y el alma, pudriendo
sus mejores ansias,
deja el brote nuevo
sobre el brote ajado
que yace en el suelo.

Y se lleva al brote
de la mano el viento....

(en la fantasía
todo es campo yermo,
donde sólo reinan
trágicos silencios.)

¡Ay, tragedia enorme
oprimiendo el pecho!

II

Sonata en la noche
del poema ciego.
No existe, no existe un poeta
que viva viviendo.
El brote más sano,
el brote más nuevo,
muere entre el dolor
del amor primero.


III

Sobre el pentagrama,
el poeta ha muerto.

Manzanas podridas
abiertas por medio
muestran corazones
jóvenes latiendo.

Sonata en la noche...
El amor y el verso...
Sobre el pentagrama,
trágicos silencios.

Ay tragedia enorme
que me oprime el pecho.

miércoles, junio 22, 2011

Tragedia y beso

Violentaba el eco
los arpegios rotos.

Sobre los espacios,
tus labios redondos;
y en el pentagrama,
cuatrocientos potros
relinchando brutos
mis ímpetus locos

Brazos invisibles
sujetaban hombros...

Cinturas elásticas
partiendose a trozos.

Y entre la distancia
mínima que existe entre un labio y otro,
vibraba el poema
lleno de tragedia de tus labios rojos.
.......................................................................

En el pentagrama,
cuatrocientos potros
batiendo en enigmas
ímpetus de plomo.

Y al retorcimiento pasional y enorme
de pechos encintos, vibrantes y locos,
gritaba el silencio
ímpetus de labios sin verbo ni tono.

Brazos invisibles
sujetando el hombro.

Cinturas elásticas
rompiendose a trozos.

Versos que apuñalan
trágicos despojos...

Melenas deshechas
y crines de potros
al retorcimiento pasional y enorme
que nubla el cerebro tras el beso loco.

Sonrisa verde

I

La Muerte sonríe
un caos musical que me estremece.
En el alma tengo,
riendo, la muerte.


II

Paisaje sin luna.
Rígidos cipreses.
Graves sacerdotes
de perfiles verdes...
Yo siento en el alma un contacto
que me languidece.

III

Oh monjes ascetas
de tristeza alegre.

Clásicos guardianes
del alma que muere...

Vuestra faz litúrgica
no rejuvenece.
Tenéis la desgracia
de ser viejos siempre.

Vuestra faz litúrgica
de expresión carece.
..................................

Oh sombras enhiestas.
Oh duendes
llenos de tragedia, que cantáis silencio
caóticamente,
yo me creo que tengo común con vosotros
la sonrisa verde.


IV

La Muerte sonríe.
Tiene una sonrisa caduca y enclenque.

El caos de la vida.
El frío de la fiebre...

Música endiablada
que embede.

Música sin notas
y callada siempre.

Melodía nocturna con ritmo
y olor a cipreses.
Almas milenarias que vivis sin vida
la vida de graves y de eternos frailes,
con psicología
de la propia Muerte ....
Oh firmes
cipreses,
yo me creo que tengo común con vosotros
la sonrisa verde.

sábado, junio 11, 2011

Poema inmovil de la sinfonía agonica

Vacío....

No encuetro más que vacío.
A mi vida insulsa la rodean mil necios
que acrecientan con sus mil desprecios
el reflejo duro del desprecio mío.

Vacío...

La vida no la estimo más hermosa.
Mil y un necios... Mil y un cuentos.
La vida no es más bella...
momentos
de la ninfálida agónica y la flor tuberculosa.

Infierno o cielo....
¿qué más da?
La vida no es más bella... necios ....Yo, uno más.
Cielo...Infireno...Un más allá
que no tendré valor de ver jamás.

¿Qué más da, si le falta la sustancia
a la Vida; al alma, amor;
sangre al pecho y a la flor
su perfume y su fragancia
...qué más da?

Sólo el virus del arte me compensa.
Me sé artista, que es sentirse imbécil, necio.
Patogenia pentagramal... que es el último desprecio
a la humana laya...a la humana mierda...

Función apoplética...
Cogí una cuerda
de mi violín nocturno...
Una cuerda tensa,
y apunté en el arco mi último dardo.

Estúpido arquero de una María Luisa...
(estúpido arquero...)
que soñó tres noches con que era Leonardo
pincelando al fuego la oculta sonrisa
virginal y etérea de la Monna Lisa.

-Creí que en la noche el violín gritaría
desgarradas notas de un verso mejor.
Faltó una osa para herir a la noche... Faltó el amor....
Faltó el amor ...
Y la poesía.

Pasaran

Pasaran los dias, y mi pensamiento
seguirá en el éter, contemplando triste
cómo se marchitan todas las estrellas
que sembró tu amor en mis versos felices.

Pasarán los dias, y tu pensamiento
quedará agostado sobre mis jardines...
mientras, deambulando con melancolía,
bese los lugares por donde anduviste.

Pasará la vida como un aerolito...
Yo ya no sabré a quien escribirle
mis versos de amores, ni tu escucharás
monótonamente mis poemas grises.

Cantares