martes, diciembre 18, 2012

Preturbando el camino

El seguía caminando, estaba anocheciendo aunque aún se podía ver a lo lejos su hogar, a casi dos jornadas de distancia. Podía divisar aun el pico de la Almenara, al cual aun llegaban los últimos rayos de sol de ese largo día de verano.

En breves horas por fin podría consultar su guía, su carta celeste y salirse del camino marcado para así intentar acercarse, al menos en espíritu un poco más al camino que le llevaba a donde nacen las estrellas.
Caminaba absorto, disfrutando de los últimos cánticos de las aves diurnas antes de que los murciélagos y búhos reclamasen su reino. Poco a poco las nubes rosas se hicieron rojas y finalmente azules, camufladas en los tonos marinos del cielo. Aun no podía divisar su carta, y parecía que por primer día tendría que dormir solo en el campo. Esto, la idea no le era grata, muchas veces haa dormido solo, bueno sin compañía humana cuando cuidaba el rebaño de suo, pero, al menos tenía a las ovejas y al perro pastor. Qué daría el por tener a su lado al viejo Adive.
Mas..., se estaba acercando a un bosque, pronto tendría que seguir el rastro estelar entre las ramas de las hayas. El hayedo era grande largo y oscuro. A cada paso que daba la ramitas crujían, y todo el canto nocturno se detenia. Aquel maravilloso canto nocturno. El, que siempre había sido criatura nocturna contemplativa no sabía moverse entre las sombras sin perturbar la paz del bosque.
Empezó a su andar, ¡sus pasos roman la paz! él estaba destruyendo su noche perfecta su noche idílica tan solo por estar allí, el sobraba en aquel bosque. Se hizo un ovillo y en silencio, por dentro, sin pensar demasiado alto para intentar no ahogar un eventual sonido de paz que volviese a darse. Pero, no, no, como podía ser, el ... el hacia como si no estuviese allí, ¿por qué no volvía la noche?.
Entonces vio los ojos de una loba y un lobo que lo observan, se acercaron mansos, y se acurrucaron con el. A su calor, el peregrino empe a cerrar los ojos, y cuando la nana de los corazones de los lobos consiguieron que su alma se fundiese con la tierra en la que yacía, volvió a escuchar. No sabía si era sueño o realidad, pero volvía a oír al búho, el aleteo del murclago...Ya soñando, otra vez se hizo el silencio y aterrado se despertó.Ahí estaban los lobosn a su lado, se despertaron, se alejaron tan sigilosamente como habían venido. Sin perturbar tan siquiera el vuelo de un mosquito. Entonces lo entendió. eran sus pensamientos solo lo que perturbaba la noche, en no sentirse parte natural de ella. Lo lobos, realmente se movían y perturbaba el bosque igual que él. Pero latían con el bosque, eran parte de él. Él ahora tenía que se dejar sus pensamientos volar y disolverse en la noche

Ni
ebla. Olas, tormentas. Ahora no tenía esos problemas que tuvo en el bosque. Sabía que el mar no se poa dominar. Había que tomar las olas con la misma cadencia de tu respiración. Uno si quea vivir en el mar, tenía que ser parte del mar.

Cuando se es parte del mar no se puede perturbar el mar mismo. De nada sirve maldecir los vientos, las nieblas. Están ahí para quitarte o brindarte los tesoros ocultos del mundo. Solo hay que dejarse llevar, y soltar el timón cuando las fuerzas de la naturaleza así lo indican. Y saber ser uno con el mar.

lunes, noviembre 26, 2012

Adiós mi luna. Adiós mi llave de estrellas.

Hoy amanece lloviendo. El día se solidariza con mi alma y vierte las lágrimas que yo no puedo verter. Anoche te perdí, mi llave a las estrellas. Hoy un cielo sin estrellas será esta noche, y muchas noches hasta volver a ver otro rayo de Sol. Las estrellas por azar nos unieron, y ahora por destino nos separan. Pero el destino es caprichoso y una sola estrella es capaz de cambiar el destino de una flota, de un galeón, de mi bergantín pirata que surca los mares a la deriva. A la deriva pero con un rumbo, a las estrellas. Tu luna cambiante fuiste durante días mi barco, en el que dormí placidamente. Barco que asalté al amanecer, barco que me asaltó primero y de cuyo embrujo nunca me libraré del todo. Ahora llena, en lo alto, lejos de mi, me dices adiós con las lagrimas que el día derrocha en mi ventana. Pero se que como hoy llena y lejos estas, inalcanzable en lo alto del cielo. Otro día volverás a ser barco, vacía, sola rodeada de estrellas en el horizonte. Ese día, tan solo un rayo de tu luz toque mis velas y mis mil bucaneros entraran dentro de ti llenándote de júbilo. Y nada ni nadie podrá impedir que se produzca de nuevo, un eclipse de sol.

lunes, febrero 13, 2012

Un rayo de sol

Una noche, un rayo de sol rozó mis labios.
Despertó mi hibernado corazón y durante unas horas recordó lo que es el calor.
Una caricia en la mano, un suave tacto en los dedos. Una sonrisa al bailar.
Quizás solo fue un sueño. Pero sueños asi son los que mercen la pena soñar.

jueves, enero 12, 2012

Los ojos emocionados de una joven tienen algo poderosamente cautivador.
Pueden arrancarle todo tipo de tonterías a un joven estúpido, y yo no he sido la excepción de esta regla.

PatricK Rothfuss.

lunes, enero 02, 2012

Para aprender a volar, aveces hay que saltar al vacio.